¿Toda mujer debe poseer docilidad?
Es parte del ideal femenino, lo exigible en nuestra cultura patriarcal.
¿Qué pasa si no?
Se dejan caer las críticas en cascada: no es una buena esposa.
La suegra, cuñadas, vecinas y etcéteras se le van encima.
Por no ser una mujer perfecta.
Lo peor no es eso, sino los niveles de violencia masculina para lograr su control y sometimiento.
Y ella termina frente a dos opciones: o acaba sometida al marido o divorciada.
Porque terminar sometida es idéntico a esperar violencia familiar de forma cotidiana, que pudiera terminar en un feminicidio.
Por eso, una mujer debe alejarse del ideal femenino y preferir ser una mujer imperfecta, pero viva, en lugar de ser una esposa perfecta, tan dócil como una muerta.