La escena de violencia que se grabó con un celular y se publica ahora es el de un ataque violento de un padre biológico a su hija mayor, intentando estrangularla.
Es un hecho que fue oportunamente presentado como querella ante la Fiscalía Fronterizo Sierra, con sede en Comitán, pero que se quedó perdido en el archivo.
Bien pudo abrirse una carpeta de investigación por el delito de feminicidio en grado de tentativa, pero ni siquiera se abrió como lesiones ni como nada: sólo se agregó a un Registro de Atención como ampliación de un delito de violencia familiar. También se quedó perdido en el archivo. Se trata de un expediente moribundo.
El problema de estas mujeres que sufren violencia familiar cotidiana, que también sufrieron violación sexual por parte de su padre, además de ese intento de feminicidio, es que en la Fiscalía General del Estado no se investiga con perspectiva de género, sino con prejuicios bien recargados, debido a que las usuarias o quejosas son personas de muy escasos recursos económicos.
La justicia sólo es para la gente pudiente, con dinero o con buena posición política. Desafortunadamente estas víctimas de violencia no son hijas ni sobrinas del gobernador Rutilio Escandón Cadenas. Viven en la pobreza extrema y su agresor, por lo mismo, seguirá violentándolas con total impunidad.
Disraeli E. Angel Cifuentes
FSUR