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Reactivar la economía en semáforo amarillo: la ruleta rusa de Rutilio Escandón

EL JUEGO DE LA RULETA RUSA…




Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Lunes 28 de Septiembre de 2020. En el juego de los colores y la urgencia de reactivar las actividades económicas en el país, Chiapas ya inició ese proceso en “semáforo amarillo” de la pandemia, sin que podamos saber si las estadísticas de contagios y muertes son ciertas como para pensar en la apertura de escuelas con clases presenciales y en este caso también de los sitios arqueológicos del Estado que se abrieron desde el pasado sábado 26 de septiembre.


         Entiendo que la desesperación de la gente y la oficialidad, debido al confinamiento que ha cumplido más de seis meses, es enfermiza, pero no hay que jugarle a la ruleta rusa porque una potencialización de los contagios, pueden llevar a mayores daños y muertes, peores que las que estamos sufriendo. Coincidentemente, Campeche está en semáforo verde y Chiapas en amarillo; pero Tabasco y Veracruz, nuestros vecinos, que están en naranja, no tienen sosiego en el incremento del Coronavirus y eso es peligroso.


         De hecho, algunas escuelas abrieron sus clases presenciales con el supuesto aval de los padres de familias, los maestros de la CNTE y el Gobierno del Estado, que no sé si esté bien hacerlo, en estos momentos todavía de contingencias. En esas circunstancias,  anunciaron la apertura de los Sitios Arqueológicos de Palenque, Bonampak y Yaxchilán, con medidas restrictivas que para los prestadores de servicios turísticos (hoteles, restaurantes, transportación), son exageradas y un tanto burocráticas, sobre todo para el turismo nacional.


         Creo, como siempre, las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) apresuraron la apertura de estos importantes centros arqueológicos de Chiapas, sin medir bien las consecuencias por la llegada de turistas extranjeros y el tránsito de mexicanos a esta región del sureste del país. Pero eso es lo de menos, si el Consejo Estatal de Salud está consciente de que no reviste ningún peligro a incremento de contagios y muertes por la pandemia del Coronavirus.


          Los prestadores de servicios no están de acuerdo en algunos lineamientos, aunque han esperado con impaciencias este momento para la reactivación de sus negocios; pero critican las reglas para el ingreso a los sitios arqueológicos como lo indica el documento oficial de:


“Realizar el pago de los Boletos de Acceso a la zona Arqueológica  con días de anticipación (días hábiles a través de transferencia bancaria, cheque o depósito). En cuanto se realice el pago de los Boletos de acceso enviar el comprobante de pago (Ficha de depósito) por Correo Electrónico y se solicitara la validación del importe depositado a la cuenta concentradora en la oficina central de la Tesorería del INAH de la Ciudad de México, no se debe omitir mencionar que esta validación demora (cuatro días hábiles)”. Ya autorizado, presentarse a la taquilla por sus boletos.

         O cómo lo mencionaron: 

“Abren zonas arqueológicas, absolutamente organizadas, para que no funcione”, opinan los prestadores de servicios que dicen además que “son formulismos, sobre todo para el turismo nacional que puede no estar enterado de las reglas dictadas por la autoridad del INAH y va a llegar a querer entrar al sitio arqueológico y le van a decir que tuvo que haber reservado con cuatro días o más de anticipación”.

         Contactados telefónicamente, uno de los empresarios turísticos señaló que:

 “el detalle no es tanto que esté mal la idea, sino el método, pues entiendo que hay que darle un seguimiento, limitar, organizar; pero no han hecho lo más lógico, implementar un sistema de venta de boletos computarizados por internet con 300 o 400 entradas diarias para ciertos horarios, como en los mejores museos del mundo, y ahí solitos se van segmentando por tiempos. Porque así como está, que yo tengo que depositar en un banco, luego escanearlo, enviarlo, se me hace tedioso”.

         Comentan también que “hay todavía cosas más chistosas, pues pusieron un solo sentido de cómo caminar dentro de la zona arqueológica que se entra por un lado y se sale por otra y no te puedes regresar; pero si una persona se siente mal y no puede retroceder, ¿qué hacemos?, es la pregunta. No supieron responder y solo dijeron que se le preguntara a un vigilante. Lo que indica que no hay planeación y que solo improvisaron las reglas.


         En fin, aquí hay varias disyuntivas a resolver:


1.- ¿Estamos en Chiapas en capacidad sanitaria “con semáforo amarillo” para reanudar las actividades económicas y turísticas sin riesgo de potenciar el contagio y posibles más muertes?.

 2.- ¿Existe un diagnóstico del Consejo Nacional de Salud y el correspondiente de Chiapas para asegurar la sanidad de los turistas nacionales y extranjeros, sin riesgos de contagio?.

3.- ¿Las estadísticas con respecto a los índices de contagios y muertes en Chiapas con “semáforo amarillo”, son ciertas y en ellas se basan para abrir las actividades económicas y turísticas en Chiapas?.

4.- ¿Ya sopesaron el riesgo de recibir turistas extranjeros que provengan de países o regiones con altos índices de contagio de Coronavirus o nacionales de entidades que todavía están en semáforos naranja o inclusive en rojo?.

5.- ¿Estamos preparados médica y hospitalariamente para atender a los posibles visitantes que se pudieran enfermar de Coronavirus y agravar su salud durante el transcurso de su visita a Chiapas y las zonas arqueológicas?.  


Por supuesto que no es pesimismo, sino, una alerta y previsión que se deben haber tomado en cuentas al autorizar la apertura de los sitios arqueológicos de Palenque, Bonampak y Yaxchilán; aunque para los empresarios turísticos (restauranteros, hoteleros y de transportación), que presumiblemente han precavido todos los sistemas de protección a la salud de sus clientes, lo importante es la reactivación económica en la nueva normalidad.


Pero queda a discusión las normas dictadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, que los servidores turísticos critican y califican de burocráticas y poco funcional en la compra de boletos de entrada a los sitios arqueológicos a través de transferencia bancaria,  cheque o efectivo, con un mínimo de tres días de anticipación, escanear el comprobante de depósito, enviarlo por correo electrónico y esperar cuatro días para que las oficinas centrales de Tesorería del INAH las valide.


No hay que sorprenderse, por esta “eficiencia mal entendida” de la burocracia mexicana; al fin y al cabo, “estamos en México”…

Se acabó el mecate… Y ES TODO…

Para comentarios, quejas y mentadas: rupertoportela@gmail.com

Celular: 961 18 8 99 45.

                       

Ruperto Portela Alvarado.

FSUR

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