La Fiscalía General del Estado debería investigar a Roberto Bonifaz Alfonzo, el hermanito de la Secretaria del Medio Ambiente, por el delito de violación sexual.
Sí logró embarazar a una mujer a pesar de no existir entre ambos ninguna relación sentimental entonces fue por medio de una violación sexual.
¿Le dio algún somnífero o la emborrachó para tener sexo con ella?
¿O cómo fue posible alcanzar una relación íntima sin ningún compromiso afectivo?
Lástima que existe al principio de la no auto incriminación, porque de otro modo estaríamos hablando de una confesión de parte. Pero podría ser un primer indicio para esclarezcan ese delito.
Su víctima de violencia fue revictimizada una vez más con el presunto agravio expuesto ante la segunda instancia del Poder Judicial de Chiapas para buscar revertir el auto de vinculación a proceso en su contra.
¿Acaso no lo van a considerar los magistrados de la Sala Regional de San Cristóbal? ¿No saben leer o detectar la carga misógina de esa declaración escrita?
Encuadrar su delito en la hipótesis de la violencia familiar equiparada es el principal agravio sustentado en su recurso de apelación.
De manera tácita admite que sí hubo violencia hacia la madre de su hijo pero no se le debe encuadrar en esa hipótesis sino probablemente en el de lesiones leves, aunque seguramente también habrá intentado desvirtuar este último en algún otro de los agravios expuestos.
Y el otro dato sorprendente es que un total de 8 abogados no hayan detectado el tufo misógino de esa afirmación redactada en forma de un agravio por todos ellos.
Aquí bien aplica aquello de "Dios los hace y solitos se juntan" porque machista y misógino es el imputado y lo mismo tienen los integrantes del equipo de abogados que lo defienden.
El único que se salva aquí, porque es conocedor y sabe juzgar con perspectiva de género, es el Juez de Control de Comitán, Belisario Filemón Domínguez Velasco.