Disraeli E. Angel Cifuentes
26/07/2020
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- Al Fiscal General del Estado, Jorge Luis Llaven Abarca, no le importó que Wendy López Gochez y Federica Gómez Díaz, hubieran sufrido un atentado de parte del presidente municipal Santos López Hernández, de Pantelhó.
Se negó a recibirlas en su despacho de aunque las hicieron esperar largo rato.
Si una de ellas fuera hija o sobrina de Rutilio Escandón Cadenas otro gallo habría cantado, la voz del gobernador sí la escucha; las voces de Wendy y Federica no.
Ahora dice que el próximo lunes las va a recibir. Lo más seguro es que quién sabe. No son prioridad las vidas de estas dos mujeres, víctimas del también llamado Semental de Pantelhó.
En el caso de la hija del gobernador, no estaba en peligro la vida de la mujer, sino del ex marido, lesionado de un balazo, pero decidió enseñar al lesionado. En el caso de las dos trabajadoras del ayuntamiento de Pantelhó, las vidas de ambas están en peligro, pero quienes pudieran terminar encarceladas son ellas. En Chiapas las leyes se aplican al revés.
Porque, de hecho, al presidente municipal de Pantelhó, Santos López Hernández, jamás ha sido citado ni llevado a una audiencia de vinculación a proceso.
¿Cuál es la razón? Es muy sencilla: el Semental de Pantelhó tiene negocios con los hermanos del gobernador.
¿Va haber justicia? Por supuesto que no.
Lo mejor que pueden hacer las dos denunciantes es acudir a la Ciudad de México a exponer su denuncia en una conferencia mañanera de Andrés Manuel López Obrador.
Sólo allá van a ser escuchadas.
Se tenía que decir, y se dijo.