Disraeli E. Angel Cifuentes
LE DIERON CARPETAZO A LA DENUNCIA DE CORRUPCIÓN DE ANA KEYLA ÁLVAREZ ARZATE
No es cierto, es pura palabrería, puro mitote el combate a la corrupción. La Cuarta Transformación no está transformando nada en Chiapas, sigue el lodazal de la corrupción, junto a la impunidad de quienes se embarran en ella.
Ana Keyla Álvarez Arzate, la Subsecretaria Nacional de Empleo Chiapas, de la Secretaría del Economía y del Trabajo, es un claro ejemplo de ello.
El Fronterizo del Sur no sólo dio a conocer los actos de corrupción de Álvarez Arzate y David Montañez Soto, su esposo, sino, además, exhibimos las pruebas, con audios y fichas de depósito.
Foto: Archivo. Exhiben ficha de depósito de "moches" de David Montañez Soto.
Las afectadas directas y los afectados fueron acudiendo, uno a uno, a rendir su testimonio de cuánto dinero les “mochaban” cada quincena.
No sólo eso; hicieron la sumatoria del dinero que cada uno fue depositando, quincena por quincena, a la cuenta bancaria de David Montañez Soto, quien cobraba los “moches” a través del grupo de WhatsApp “Mi Gratitud Cada 15”, y la entregaron a quienes simularon hacer cierta auditoría.
Quienes todavía conservaban las fichas de depósito las fotocopiaron y presentaron, junto con los originales, del dinero “mochado” de sus quincenas.
¿Y todo ese teatro para qué?
¿Sólo para taparle el ojo al macho?
¿Sólo para hacerles creer que se haría justicia?
¿Sólo para que se ilusionaran sobre una eventual devolución de su dinero?
No, señor gobernador, Rutilio Escandón Cadenas, en Chiapas no hay Cuarta Transformación, en esta entidad sigue más viva que nunca la corrupción y la Secretaría de la Honestidad es la más deshonesta.
Sólo por el cariño que usted le tiene a su ahijada Ana Keyla Álvarez Arzate es que ella está libre, porque de otro modo debió ser la primera corrupta encarcelada, pues ahora la corrupción ya es delito grave.
Ya no llene su boca de demagogia; mejor no hable de combate a la corrupción en su gobierno, porque yo ya le hice llegar pruebas contundentes de este caso, y la señora no sólo no fue castigada: ni siquiera devolvió el dinero y sigue cobrando su abultada quincena y agrandando su casa blanca con dinero mochado a los trabajadores bajo su mando.
Fsur