Disraeli E. Angel Cruz
El presidente municipal de Bella Vista, Octavio Hugo Morales Santizo, debe tener mucho cuidado, porque lo andan buscando pobladores de su municipio, y no para invitarle un caldo de gallina de rancho, sino para amarrarlo.
Mejor que se quede en su casita, en Las Chicharras, o en su casa recientemente comprada, para que no lo detengan.
Este es un buen momento para decir que no sale por miedo al COVID 19, como pretexto, y todo mundo se lo va a creer, menos los habitantes de su municipio, a quienes tiene en el olvido total.
La razón por la cual quieren detenerlo, amarrarlo y llevarlo a una cárcel comunitaria es porque dejó abandonado al municipio, principalmente las obras de impacto social que prometió y a las que se comprometió.
La carretera que conduce a la cabecera municipal es una de ellas, pues todos los alcaldes anteriores le metían dinero para darle mantenimiento, sobre todo donde es de pura terracería, y en estos dos años ya se convirtió en un camino intransitable, porque ni un solo camionazo de grava le ha mandado a tirar.
Este sólo es un ejemplo de las condiciones lamentables en que se encuentra el municipio, pero hay muchas obras más que sólo fueron anunciadas, al parecer ya fueron cobradas y pagadas, incluyendo su propio “diezmo”, pero la obra nunca se hizo.
Así que, señor alcalde, ya está usted avisado: no salga de su casa, diga que tiene COVID 19 y, mejor, váyase a Tuxtla, porque allá no lo va hallar ningún campesino a quienes engañó con lindas promesas.
FSUR