Dos niñas fueron violadas vaginal y analmente por su propio padre pero las autoridades de la fiscalía fronterizo Sierra lo dejaron escapar.
Todo parece indicar que lo pusieron sobre aviso, previa negociación económica, y ahora este monstruo vestido de hombre anda lejos.
A la madre de las dos víctimas le hicieron firmar un documento donde se comprometía a no decirle nada a nadie, mucho menos a este reportero, con la supuesta intención de no entorpecer la acción de la justicia.
En realidad la intención no era otra sino únicamente cuajar un jugoso negocio: ponerlo sobre aviso, previo pago, y dejarlo escapar.
La mayor de las dos hijas de este monstruo comiteco, la de quince años, está embarazada de su propio padre, quien por cierto intentó hacerla abortar con medicamentos.
Para saciar sus bajos instintos con sus propias hijas, esta bestia masculina, quien responde al nombre de Marco Antonio Gálvez Espinosa, les daba limonada con un somnorífero.
Ahora ya cuenta con una orden de aprehensión, pero el sujeto anda libre, viajando por el mundo.
Por eso las mujeres no deben creerle a las fiscales del ministerio público cuando les piden guardar silencio; deben hacer exactamente lo contrario: informarme, a mí, darme copia del escrito inicial de su querella y de esa manera romper con la barrera del silencio.
Porque la oscuridad y el silencio regularmente benefician a los delincuentes; éstos siempre gustan de actuar cuando nadie los mira, cuando nadie lo señala, cuando nadie los denuncia. Y cuando digo delincuentes me refiero a los de cuello blanco que trabajan dentro de la Fiscalía Fronterizo Sierra y los delincuentes de afuera.
Ahora este señor disfrutará de su vida en cualquier parte de la entidad o del país, lejos de la acción de la justicia y destruyendo la vida de niñas y adolescentes que se encuentren en su camino.
Comparte la foto para que sea encontrado y, si lo vez, denúncialo ante las autoridades.