Láfiro de Jesús Moreno Hernández fue llamado a las oficinas centrales del Poder Judicial de Chiapas para responder a la denuncia que hay en su contra sobre el delito de violencia cibernética.
No se esperaba una respuesta tan rápida de parte del Consejo dela Judicatura del Poder Judicial chiapaneco; se aplaude que, en este caso, se tome cartas en el asunto, inclusive antes de que el funcionario sea denunciado ante la Fiscalía Generall del Estado.
Significa que, en este caso, se está pretendiendo evitar que el acosador cibernético continúe con su actividad reprochable y se está protegiendo a la víctima. Nadie por encima de la ley.
Esta es una muestra de que sí se puede llevar una administración con perspectiva de género, lo cual es necesario en una entidad con alerta de género por violencia en contra de la mujer.
Esto no ocurrió en el caso concreto de Lupita "N", de Las Margaritas, quien sufrió el delito de abuso sexual por parte de Róger Girón López.
Ni la Fiscalía General del Estado ha hecho algo a favor de la justicia, no obstante las dos querellas abiertas del mismo caso, derivadas de la actuación de un funcionario que se cree con el derecho de abusar sexualmente de todas las mujeres subordinadas bajo su mando.
En esta misma FGE tampoco se ha procedido a investigar la violencia familiar que sufre en su hogar la esposa de Frasede Ruiz Mendoza, quien también es funcionaria de esta dependencia. No obstante que el delito de violencia familiar se persigue de oficio y sabiendo qué una de sus operadoras la sufre cotidianamente, la denuncia realizada en este medio de comunicación no fue suficiente para que se tomara cartas en el asunto.
El caso de Láfiro de Jesús Moreno Hernández es una muestra de que se puede actuar preventivamente para evitar la revictimización de una mujer violentada y para que la violencia no alcance mayores niveles, como ocurrió en el caso de la Doctora Mariana Sánchez, en donde la Secretaria de Salud y la UNACH pecaron de omisión, sufriendo ella violencia de género durante varios meses, hasta que si cuerpo apareció colgado de una cuerda en un cuarto del terror.
No es propio de este medio de comunicación adular a ningún funcionario por el trabajo realizado en una dependencia y por el cual se le paga, porque es su obligación, pero si Juan Óscar Trinidad Palacios dio instrucciones para llamar a cuentas a un funcionario suyo con señalamiento de acoso cibernético, debe admitirse que hizo bien.
También es un ejemplo que las otras dependencias del gobierno estatal deben tomar en cuenta para que las mujeres no continúen sufriendo violencia en su centro de trabajo, en su hogar o en redes sociales por parte de funcionarios machistas y misóginos.
Cualquier denuncia de violencia machista en contra de una mujer tendrá seguimiento en el celular 9631371713.
FSur.