05 de octubre de 2020
De Tuxtla, ya no digamos más. Carlos Morales ha hecho del Ayuntamiento un negocio particular, en especial con la “empresa basura”, PROACTIVA-VEOLIA que ha sido su caja de “enriquecimiento explicable”. En otras circunstancias y ante las denuncias directas que se han hecho al edil tuxtleco, ya hubiese sido removido y quizá hasta confinado en la cárcel.
Por lo que hay que recordarle al Congreso del Estado y en particular a la Presidente de la Comisión de Vigilancia, Ana Laura Romero Basurto, ¿qué pasó con el procedimiento que se le instruyó al Alcalde de Tuxtla Gutiérrez, CARLOS ORSOE MORALES VÁZQUEZ y se ordenó a la Auditoría Superior del Estado investigarlo por el posible acto de corrupción en la compra de 3 mil 834 contenedores de basura sin licitación por la cantidad de 28 millones de pesos?
Todo hace parecer que le están jugando al olvido y la pérdida de memoria de los tuxtlecos, como también, “darles el avión” a los denunciantes como la regidora Adriana Guillén Hernández, el dirigente municipal del PRI, Iván Sánchez Camacho, inclusive al diputado Juan Salvador Camacho Velasco. ¿O es que se cumple la máxima de que “todos se tapan con la misma sábana? Esperamos respuesta…
Ruperto Portela Alvarado
FSUR
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