El abogado litigante en materia civil y familiar, Abelardo Zúñiga Morales, denunció a Miguel Ángel Pérez Hernández, quien apenas hace unos días fungía como juez Primero Civil del Distrito Judicial de Tuxtla, de quien en muchas ocasiones su personal se había venido quejando por hostigamiento sexual y laboral.
Entre otras razones porque los colaboradores de este señor se han manifestado en contra del despotismo, pero también de sus abusos como autoridad, favoritismos hacia otros abogados, quienes sin lugar a duda lo "maicean", conforme con la expresión del denunciante.
Este juez, a quien se le conoce como "La Miguelona", se ha caracterizado por maltratar a sus colaboradores; "y eso lo he visto y oído en persona, y no se vale, yo tengo familia, y no podría regañarlos de esa manera", expresó el abogado inconforme.
El litigante dijo que el juez "Miguelona" tiene una sed y hambre de poder enfermiza y obsesiva, lo cual se manifiesta porque pretende seguir ordenando y mandando en su ex juzgado, "toda vez que no obstante el día 13 de mayo del 2021 culminó su periodo de juez, aún así sigue llegando al juzgado, seguramente a querer seguir controlando sus "negocios", manifestó.
Y abunda:
"En los casi 30 años que llevo litigando jamás había visto que un ex titular, después de haber terminado su periodo, se siga presentando a sus ex oficinas a querer mandar, máxime que es sabido por toda la comunidad jurídica de Chiapas, entre Colegios y Barras de Abogados, que este sinvergüenza grita a los cuatro vientos que lo ratificarán como juez y, además, será en el mismo Juzgado Primero Civil de Tuxtla Gutiérrez, a donde lo re incorporarán".
Agregó que el Consejo de la Judicatura no se ha dado cuenta que si una autoridad se encuentra tantos años en un mismo juzgado sólo genera que logre realizar grandes negocios con los justiciables.
Propuso realizar rotaciones de personal en los juzgados.
"Si hubiera una rotación periódica no aparecerían estas dictaduras y abusos; de esa manera los juzgados se renovarían, generando confianza y evitando los excesos en los que este tipo de personas caen", indicó.
Recordó los escándalos de orden sexual de este ex juez en Comitán y la capital del Estado, donde actuarios y secretarios han sufrido hostigamiento sexual a pesar de ser casados, y las esposas de éstos se han visto obligadas a ir a gritarle que deje en paz a su marido.
Basta ya de maltratos al personal de los juzgados; los jueces no son dioses ni padres de ningún trabajador. Y basta, también, de esas ratas de dos patas convertidas en jueces.
Disraelí E. Ángel Cifuentes.
FSur.