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Los rostros del feminicidio; suben 145% en seis años

En los últimos seis años, las víctimas por el delito de feminicidio aumentaron 145%, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).



Durante los primeros ocho meses de 2020 se registraron 645 víctimas de feminicidio, mientras que en el mismo periodo, pero de 2015 hubo 263.


Las entidades donde ha habido más mujeres asesinadas este año son: Estado de México, Veracruz, Ciudad de México, Nuevo León, Puebla, Jalisco, Morelos, Baja California, Oaxaca y Chihuahua.


Lo que va de este año ha quedado marcado por el aumento en la violencia y las movilizaciones feministas que exigen un mayor acceso a la justicia, así como por políticas públicas para prevenir las agresiones contra este sector de la población.


Si bien, en este 2020, 645 mujeres han pedido la vida, por lo menos 10 casos causaron indignación nacional y se han convertido en motor para la lucha por la igualdad de género.


Todas las víctimas compartían algunos rasgos en común: la mayoría tenía entre 16 y 31 años, estudiaban, ya habían concluido la escuela, trabajaban o eran madres de familia.



En enero fue asesinada la artista y activista por los derechos de la mujer Isabel Cabanillas de la Torre. La joven, de 26 años, fue encontrada sin vida en la zona centro de Ciudad Juárez, Chihuahua, luego de haber permanecido en condición de desaparecida.


Ingrid Escamilla Vargas, de 25 años, fue asesinada en febrero y el principal sospechoso del crimen fue su pareja.


Ella contaba con estudios en Administración de Empresas cuando le quitaron la vida en la alcaldía de Gustavo A. Madero, en la Ciudad de México.


Durante el mismo mes fue asesinada Fátima Cecilia Aldrighetti Antón, menor de siete años reportada como desaparecida desde el 11 de febrero. Cuatro días después, su cuerpo fue localizado en la alcaldía de Tláhuac.


Los feminicidios de Isabel, Ingrid y Fátima dieron pie a manifestaciones en todo el país. Los movimientos feministas alcanzaron su clímax el pasado 8 de marzo, en el Día Internacional de la Mujer, cuando sólo en la Ciudad de México se manifestaron 80 mil personas.


A esos tres crímenes les siguieron otros más. Por ejemplo, el cometido en mayo contra Diana Carolina Raygoza, joven de 21 años y estudiante de la licenciatura de Derecho en la Universidad Autónoma de Nayarit. Ella fue asesinada en su casa, en el municipio de Tepic, en medio de la cuarentena por el Covid-19.


Susana Salais Morales, de 24 años, tuvo un destino parecido, ya que su cuerpo fue encontrado en su domicilio. Organizaciones sociales acusaron que la madre de un menor de seis años fue abusada sexualmente en su hogar y posteriormente asesinada frente a su pequeño hijo.


Otro caso que cimbró al país fue el de Danna Reyes, adolescente de 16 años y cuyo cuerpo fue quemado en Mexicali, Baja California, en agosto. El feminicidio de esta joven causó un escándalo, pues el fiscal general del estado, Guillermo Ruiz, resaltó que ella tenía tatuajes en el momento en el que le arrebataron la vida, lo cual fue calificado como un acto de revictimización por parte de asociaciones civiles y expertas en género.


En el mismo mes de agosto fue asesinada en Mérida, Yucatán, Fernanda Gual. Con 21 años, la mujer fue supuestamente asesinada por su exnovio, quien le habría disparado en la cabeza y luego se suicidó.


De manera más reciente, durante septiembre, se registró el feminicidio de Jessica González, en Morelia, Michoacán, presuntamente a manos de su expareja. Ella tenía 21 años y se dedicaba a dar clases.


De igual forma, la semana pasada se reportó el feminicidio de Xitlali Ballesteros, quien con 31 años fue reportada como desaparecida en Morelia y su cuerpo fue encontrado en Valle de Santiago, Guanajuato. Ella era enfermera en un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y con anterioridad había trabajado en clínicas privadas.


Con información de El Universal,

FSUR

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