Disraeli E. Angel Cifuentes
El Subsecretario de Educación Federalizada de Chiapas, José Luis Hernández de León, no se conforma con su salario de alto funcionario, busca de dónde más hacerse de dinero mal habido. A parte de los contratos con las proveedurías, encontró otra fuente de ingresos: el negocio de la usura.
Empresas usureras, autodenominadas financieras, como KonDinero, Credifiel, Opciones, Paguitos, Etesa, entre otras, venían arruinando la economía de maestras y maestros federalizados y estatales, ofreciéndoles créditos inmediatos, pero con intereses excesivos, al grado de terminar pagando mucho más en intereses que el dinero recibido.
Por esta situación, miles de maestros reciben cheques con ingresos de cincuenta centavos, cinco o diez pesos, siendo mayor el pago que realizan al habilitado para recibir su talón de cheque,
Es tal el tamaño del daño a la economía de las y los maestros de estas empresas usureras y explotadoras, que el gobierno del estado se vio en la necesidad de emitir un decreto el pasado 7 de julio por el cual se dio por concluidos, terminados, extinguidos, finiquitados o resueltos los convenios celebrados con entidades financieras, intermediarios, prestadores de bienes, productos o servicios con empresas no gubernamentales.
Sin embargo, previo acuerdo de complicidades y reparto de “beneficios”, el Subsecretario de Educación Federalizada de Chiapas, José Luis Hernández de León, viene pasando por encima de dicho decreto, pues por cada firma de préstamos recibe cinco mil pesos.
El compromiso de Hernández de León es continuar con esta práctica de cobros a los afectados hasta el mes de octubre, para disfrutar otros meses de los beneficios pactados entre las empresas usureras y dicho funcionario.
En cambio, el Subsecretario sí está obstaculizando al Fondo de Ahorro Magisterial para que esta caja de ahorro pueda seguir operando, con amplios beneficios para cada uno de sus socios.
¿Qué opinas de esta práctica?
Te leemos.
FSUR